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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Como dos chiflados.

La bruma y el aire no dibujan caminos pero las almohadas tampoco fabrican sueños y éstos cada día parecen supurar ilusiones mágicas. La rosa de entre tus piernas, es ahora un candil mientras que los naufragios que nos unen, transmutan ahora en un delator rastro feromónico.
Ponen luz las farolas a ésta noche delatora, por eso las estrellas nos esperan al otro lado de ésta rendida ciudad.
Vamos, emprendamos el vuelo hasta acariciarles, que las luciérnagas me han dicho que nos darán luz en el camino. Volando no olvidaré escribir carta al gato del tejado que nos mira impasible ante la luz de su luna llena.
Mirándote a los ojos enciendo optimismo y jugando en tus labios encuentro la noche que entre susurros, salivas y sudor nos ve fundir, como dos chiflados.

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