“Te convido a creerme cuando digo futuro,
si no crees en mis ojos,
cree en la angustia de un grito,
cree en la tierra,
cree en la lluvia,
cree en la savia.”
(Silvio Rodríguez)
Perdimos la inocencia
volcando contenedores.
Danzamos en la
oscuridad en las cinco del reloj.
y como bolcheviques sublevados
negamos la nefasta precariedad
de tu rendida ciudad.
Los ancianos con bufandas
celebraron por aquel entonces
el NO-invierno
el que nunca llega,
el que nunca está aquí,
al que siempre buscan
pero nunca encuentran…
En sus horas canónicas,
continúan los rebaños sentados en el parque
saboreando al fin y al cabo
Derrotas de esas que pondrían en un aprieto
al más duro de los corazones.
Mientras tú y yo,
instruyéndonos en el
arte de comer pipas,
atajamos en la mañana
por escaparates que rebosan piolets
soñando en rendir honores
a la memoria de Ernesto Guevara,
de Ulrike Meinhof,
de Thomas Sankara,
de José Manuel Sevillano
o de José Martí…
Se me han puesto los pelos de punta.
ResponderEliminarEso es bueno ;)
Un beso
PD.: Estoy y no. Pero volveré, siempre lo hago.
También es bueno leerte...
ResponderEliminary saber que volverás.
Gracias Imilce.
besos y abrazos!
Muy bueno. Realemente. Muy bueno... Distinguible.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya gustado, Guillermo.
EliminarGracias y bienvenido.