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lunes, 9 de julio de 2012

Soy.


  
“No es posible gobernar y ser inocente.
Todos los que ostentan el poder son usurpadores,
enemigos del pueblo”.
Louis de Saint-Just. (Decize, Nièvre; 25 de agosto de 1.767 - París; 28 de julio de 1.794)



Viento de venganza,
el no-olvido, el odio, la sed de justicia social,
la determinación y la autodeterminación,
 la piedra sobre piedra,
el no-consumismo, el amor,
el cariño, el afecto y la voluntad
que brinda un mundo más humano,
más justo e íntegro.

Soy “pontxes químicos” en cuevas de Alí Babá.
Ocho piedras llevo en mi mochila
y en cada una
 el nombre de un ladrón;
de los que llevan el guante blanco
y nos saquean en la impunidad
de los prevaricadores vendedores de perdón,
de los que a costa del pueblo
se afanan cada cuatro años en robar
y de los que alimentan la maquinaria
que despoja sueños, ilusiones,
 esperanza y libertad.

Soy uno menos
y uno más que se limpia el culo con vuestro pan y circo
cristalizo el gesto de entregar flores de absurda paz
a mercenarios  asesinos
y lo deshago con adrenalina
en calles con historia.
Arranco en un certero tajo
 las barreras y miedos impuestos
que buscan hospedaje en las mentes.
Esclavos del siglo XXI.
Tormenta que barre las miserias,
el orgullo de ser anti sistema,
la satisfacción de ser proletariado
Otra cabeza, otro puño en alto en medio del clamor social.

 Soy hollín, pino, laca y aceite
que excluye de sí un bolígrafo barato,
letras que cruzan amorfas seseras
viciadas por la hostilidad que genera
el ver horizontes de discrepancia.

Soy la consecuencia del carecer de derechos,
cuando robados éstos, viajan atrás en el tiempo,
¿Julio del 36?

Soy escarmiento para cínicos peleles
 que tapan con “Clive Christian” el hedor a puro,
para quienes exacerban desigualdades
paseando con atrevimiento sus culos,
al otro lado de nuestras cerebrales alambradas,
 en coches de lujo.

Mil serpientes escondo en mi corral
y un día os las presentaré.
Sí, dejad que pase el tiempo
nunca olvidaré vuestras filigranas
ni vuestras miserables y arrogantes caras.
Jamás habrá borrón y cuenta nueva
con los enemigos del pueblo, ¡jamás!

Que el viento de justicia social
recuerde calles teñidas
de sangre de obreros
y para el rojo amanecer…
 lo estaréis pagando caro, muy caro.

2 comentarios:

  1. Jolín emocionan tus palabras.

    Y de repente me planteo, debería volver a repetirse un julio del 36?
    Sea como sea, "demasiada cobardía" yo creo que es casi todas las respuestas. Aunque a veces maniatados no se puede hacer mucho.

    No acabaremos bien, el agua del pozo al final se acabará, como todo se acaba siempre. Entonces cuando no quede agua, el pozo se llenará de sangre.

    Un beso Manu,

    Por cierto en el post de abajo te dejé un comentario. No sé si no lo confirmé bien, o qué habrá pasado.

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    1. Kaixo Imilce, he revisado los comentarios y no hay ninguno en el tintero. Igual ha debido de ser lo que tu dices; que no lo confirmaste bien,,,¿?¿?¿?¿?

      Sí, maniatados estamos. Pero dicen que una pulga no puede parar una locomotora y sin embargo puede llenar de picaduras al maquinista,,jeje!!
      Otro beso para ti y muchas gracias, Imilce.

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