“Y
pasó tanto tiempo
que llegué a ver sombras en color.
Y pasó tanta gente por delante
que nadie me vio.”
que llegué a ver sombras en color.
Y pasó tanta gente por delante
que nadie me vio.”
(Antonio
V. Esperando nada.)
Acumulaban tiempo,
recogiendo relojes.
Amontonaban corazones
rotos,
coleccionaron
pegamentos.
Acapararon millones
de colores,
almacenando
garabatos.
Reunieron
sentimientos
y donde hacinaron
aprecios,
—acopiando coincidencias—
… colocaron
casualidades
— ¿Coincidencias?, ¡qué
casualidad!, ¿tienes dulces?—
—Sí, claro—
— ¿Me pones dos de
esos de merengue?... es que hoy necesito Amor—
—También los tengo bajos en
azúcar—
—No, gracias.
Prefiero morir.
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