Pages

martes, 24 de marzo de 2015

Prólogo a la novela “PAN DURO; EL CONSUELO DE LOS NECIOS” DE Alicia Ilich Zaitsev. (Por Manu LF.)





La novela que tienes en tus manos rompe con lo común y tradicional de lo que consideramos la típica novela negra y pasa a definir mediante una prosa sencilla y altas dosis de raciocinio la peculiaridad del comportamiento humano cuando éste encuentra en lo descabellado e incoherente la ilógica razón de su existencia en un mundo tan sumamente perjudicial e insalubre como es el nuestro.
Cuatro personajes aparentemente desconocidos entre ellos y que guardan, sin saberlo, una pretenciosa relación común, cuatro ciudades distintas, cuatro situaciones supuestamente quiméricas, harán que cuatro preguntas sean la clave para desarrollar una novela ambientada en el estado español en una época en la que las desigualdades sociales, políticas y económicas han sumido a la población en una espiral de supervivencia extrema; desempleo, suicidios, prostitución, tráfico de órganos y drogas, corrupción y saqueos.

¿Qué pasaría si un día, bajo un sol abrasador, preguntas al tipo de un furgón blindado —estacionado en la calle Génova 13— si por favor, te podría cambiar un billete de diez euros en monedas para pagar un billete del transporte interurbano que te lleve al campus, y de repente te ves envuelto en una espiral de persecución, acoso y violencia que emerge de las altas esferas políticas y alcanza las más siniestras y oscuras cloacas del estado?

¿Qué pasaría si un día antes de las elecciones generales descubres por casualidad que el partido que está en la presidencia del Gobierno y ha llevado al país a una situación social insostenible pretende preservar su mandato otra legislatura más utilizando avionetas para fumigar a la población con escopolamina?

¿Qué pasaría si tras terminar tu carrera de periodismo, recibes una llamada para comunicarte que has sido seleccionado para contratarte en un importante periódico de gran tirada nacional a cambio de siete euros por día y tergiversar las noticias en pro del sistema que te ha puesto con las maletas en la estación de Chamartín?

¿Qué pasaría si al padre científico animalista de tu novia vegana —que come patés a escondidas—se lo quiere “cepillar” un grupo armado insurgente en el que estás metido hasta el tuétano y que reivindica el derecho a experimentar fármacos y cosméticos sólo en humanos?

Los cuatro protagonistas de esta novela no se puede decir que sean unos tipos afortunados. En sólo veinticuatro horas, sus vidas darán un giro de ciento ochenta grados. Intriga, misterio y persecución que hará participes a los lectores de esta apasionante novela alabada por la crítica internacional underground.

Alicia Ilich Zaitsev, pseudónimo que utiliza la escritora madrileña anónima cuyas aportaciones de relatos cortos dentro de la distopía clásica en la revista literaria Insectos Comunes ha hecho que sea considerada por la crítica como la nueva Bradbury del siglo XXI.
Nacida en Paracuellos del Jarama en el año 1969, aficionada a la poesía, es Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Ha publicado varios ensayos; “Engranajes, política y cinismo” Premio (rechazado) 31ª Edición de Relatos Políticos, Segovia 1992, “La bellota que alimenta los rebaños” Premio (rechazado) Narrativa Discordante, Pamplona 1999, “Las Damas del betún” Premio (rechazado) José Martí, La Habana 2005, entre otros. En todos los certámenes se ha presentado bajo pseudónimos o incluyendo un nombre de autora no verdadero y rechazando los premios otorgados ha demostrado que la literatura es la esencia de la expresión popular.

jueves, 12 de marzo de 2015

Sueños en desacorde.



“Yo era afectuoso y bueno; la desgracia me ha convertido en un demonio.
Hazme nuevamente feliz y volveré a ser virtuoso.”
(Frankenstein. Mary Shelley.)











Soy la creación de Víctor Frankenstein
Mary Shelley a mi lado cosió con pluma de estalactitas
las heridas abiertas de mi devanado corazón.
Yo siempre quise ser un loco alquimista
un Ulises recibido por Penélope en Itaca
o forjarme en fuego como Paracelso,
regalar flores y amores como Romeo,
siendo solidario como Holger Meins.
Pero los colonizadores levantaron el muro,
un muro más alto que Citlaltépetl.
Y ahora que en él araño sombras, me desconocéis.
Y ahora que no me conocéis hilvano ecos,
ecos de letras, de cielos y dolor,
sonidos de grises nubes inmaculadas
que tras el odioso muro recibo yo,
un semi monstruo con cicatrices abiertas
de un tiempo de muerte que nunca se borró.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Al que madruga “diosle” ayuda.




“El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.”
(Karl Marx)



Corre, vuela, revolotea como un pajarillo.
Ellos son el reloj que gorjea en tu ventana.
Temprano, son las cuatro y me dicen;
—Despierta, corre, vuela que el tiempo no esperará    demasiado—
Yo abro un ojo, después el otro
y amodorrado
pienso un día por delante.
Siempre voy un día por detrás
en mi inframundo es así;
cautivo que vendo mi tiempo,
subyugado me exporto al monopolio
y sólo soy un eso,
insalubre, desgastado, fatigado,
apático que miro un café
y sólo soy un eso,
autómata pisoteado,
un número,
dos palabras;
plusvalía y producción.

lunes, 9 de marzo de 2015

Reescribiendo “La Metamorfosis” de Franz Kafka.



Reescribiendo “La Metamorfosis” de Franz Kafka, forma parte del primer ejercicio que nos hemos marcado dentro de un recien inaugurado grupo literario llamado “Insectos Comunes” y cuyo Blog estará disponible en unos días así como en formato de revista digital.

El ejercicio debe mantener el mismo número de palabras, el mismo número de frases, los mismos nombres propios y verbos (aunque varíe el tiempo).

Cada uno a su forma ha transformado al personaje como más le ha gustado. En mi caso, he convertido a Gregorio Samsa en un agonizante marine americano que prueba en Hebrón su propia medicina. El resultado empieza así;