Pages

miércoles, 28 de junio de 2017

Copenhague 1913



Ilustración:  Kai Seligmann

Del parque de Langelinie
casi todo cabe en un boceto

ya no hay agua pura,

voces ni hechiceras de abismos

 que de amores entiendan;

el viento se llevó a la musa de Edvard Eriksen,

cortaron su pelo dejándole cola de sirena.

Ante el cuerpo de Eline bandadas de gaviotas

que Ellen Price, en un cuerpo que no es el suyo,

a diario recoge con su mirada inerte,

cambian al son de la brisa y

amargos bailes venteados.

Y abandonadas al aire mueren

para decorar una y mil veces

diosas y bailes en susceptibles cuentos

de Hans Christian Andersen.



No hay comentarios:

Publicar un comentario