Ilustración; Liliana Ospina |
Háblame cada seis de diciembre
de esas horas viajeras
en las que las perdices
picotean el final de los cuentos.
Háblame cada siete de diciembre
de esas hojas viajeras
que vuelan desde Alejandría
con aroma de Bergamota
para vestir árboles hasta Damanjur.
Háblame cada ocho de diciembre
y también cada nueve,
y cada diez,
cada once
pero háblame
para que mi silencio
lo quiebre tus palabras.
Ah!
y no te olvides de los besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario