“¿Cómo
no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?”
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?”
(Alejandra Pizarnik)
Imagen de la revista “Ñ”, del 18 setiembre 2010 |
Inerte (para Alejandra Pizarnik)
Inerte,
para apurar la vida
hasta sus últimas consecuencias,
al descanso
del otoño de hoja perenne,
aciagas despedidas
o corazones rotos.
Inerte,
para morir por la manía de vivir,
sentir los colores
y el instante,
la espiral de escapar
de unos monstruos
o unirse al silencio
desterrado sobre páginas,
letras
algunos delirios
arrastrados por añales.
Inerte,
porque todos estamos de paso
pero tú, Alejandra
no pasaste de largo.
Inerte.