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domingo, 27 de mayo de 2012

Lamia De Ciudad.


 
La vida es:
Tú eres.
Yo estoy.
Tú te vas.
Nosotros nos alejamos.
Vosotros os encontráis.
Ellos lloran.
(“Okupando Palabras”. Taller de Escritura Creativa.
Errekaortu Gaztetxea.
Diciembre del año... del coma.)









Contemplabas el azul del arroyo. Y en él, mecías mimosa tu largo cabello al viento, disipándose largo, entre robles y castaños.
Y te vi sonriente, sentada en el riachuelo, dibujando sombras de luna con su luz. Dulce al despuntar el Alba, rocío que germinó al nuevo día. Cuanta belleza junta se disipa cuando inadvertida la ciudad, te acoge entre sus edificios. Y yo tendré que jurar al color-tiempo para desmontar alquimias; el hiriente hechizo del amor descartado, el azul hechizo de tu arroyo-pelo, el admirable hechizo de tu belleza inagotable, el perfecto hechizo de tus ojos bellos, a los que no puedo mirar, que los tengo que esquivar porque ellos me sonrojan porque en ellos;
                                                                                                                                             …veo el mar.

domingo, 20 de mayo de 2012

Paraiso Artificial; (La Verdadera Des-Historia de Xabi y Jaione)



“Hoy no te he visto, 
no me has llamado
 y he pasado las horas
 como si estuviera contigo.”
(Garikoitz Zulueta, 
Sentimenak Adieraziz).

CEREBRO, (1,3Kg. Aprox.):
   En algún tiempo, Xabi y Jaione fueron un imán, pero ellos nunca lo quisieron asumir, más bien nunca lo supieron admitir, por eso tras sus despedidas, el miedo al rechazo siempre les dejaba  el amargo sabor de haberse tragado los recíprocos sentimientos. Desde que se conocieran en el Instituto no habían dejado jamás de mantener contacto entre ellos aunque en los últimos años, Jaione tuvo su cuerpo hundido en las profundidades de su mente, vencida ésta por espontáneos mensajes de móvil y fortuitos encuentros entre vaguedad de esa que no concibes su presencia hasta que te has llenado y asqueado de ella.
     CEREBELO, (Metencéfalo):  
Aquella tarde de sábado, Jaione que se sentía muy feliz, por eso había quedado con Xabi para irse de potes y hablar así sobre una serie de proyectos que se había planteado hacer, la intención era recuperar un escalón más que le permitiera respirar en aquel tremendo y turbio abismo que continuamente la abrazaba empujándola, sin piedad, hacia abajo.
Esa noche, Xabi visiblemente optimista tras recibir la llamada de su amiga, contaba con la convicción de no esperar mucho más tiempo para confesar todo lo que su corazón sentía hacia ella, éste no soportaba más tiempo las hostias del silencio, buscaría el momento adecuado y se lanzaría con sinceridad, sin ambages, estaba convencido y esa noche mostraría a Jaione su corazón abierto de par en par como nunca antes lo había mostrado a nadie. Para él supondría un antes y un después.
    BULBO RAQUÍDEO, (Medulla Oblongata):
 Conversaron de sus propósitos entre bares y cervezas y atajaron por travesías llenas de venenos, cambiaron los mapas de la parte vieja de la ciudad y lo hicieron por el sitio de las ilusiones.
Cogidos de la mano pasearon y se susurraron por calles cubiertas de deseo y así, jubilosos por aquellas callejuelas que olían a pasado, fueron paseando de acá para allá y viceversa, rozando disimuladamente sus dedos, sintiéndose observados y envidiados por todo aquel que osara cruzarse en sus infinitos caminos.
Cansados de azotar cuadrillas, buscaron intimidad dejándose caer por uno de los bares de esos que abundan por Alde Zaharra, “Esperma Negro”, se llamaba el garito. Xabi pensó que era un buen nombre para un bar, justo lo que estaba buscando.
    PROTUBERANCIA ANULAR, (Puente de Varolio):
-“Qué placer sentir este momento cerca de Jaione…quien fuera vaso para sus labios”.- Pensaba Xabi meciéndose con ternura en la lívido que le producía escuchar, entre la música ambiente de la tasca, las palabras de su amiga a la vez que observaba ensimismado el movimiento de su hermosa boca, esos labios vivificaban las ascuas interiores de Xabi que se excitaba por momentos, mientras daba una tregua al katxi de cerveza que ambos compartían en uno de los apartados rincones de aquel lúgubre local, donde un confuso ambiente de decibelios, humo y calor humano que circulaba entre la gente, infringía con timidez la esencia armónica del ebrio rincón que, dejando patente la mutua atracción que sentían ambos entre sí, habían creado.
La exuberante belleza del sentir se desvaneció singularmente en Xabi cuando el maldito y  rastudo  Deejay, apostado éste en la cabina de cristal situada en la parte izquierda del local, pinchó el tema “Sucia” de Lobo Eléctrico, pareciendo dar a entender que estimaba oportuno hacer que Xabi se bajara de aquella etílica nube artificial a la que, cautivado por la voz y el movimiento de los labios de Jaione, se había subido, haciendo aumentar el sonido que, sin escrúpulos,  arrojaban los 4.000 Vatios de altavoces sobre ellos. Sucia es la carretera que me lleva hacia ti, sucia, sucia y arrasadora, las caricias que ya están aquí… Fue entonces cuando Xabi, intimidado, bajó de su nube particular para posarse esta vez en el mundo de los mortales, los que solo tienen 5 sentidos a un tanto por ciento de su uso. Aquel brusco cambio se le había clavado en el corazón como el dolor de flechas acústicas hundidas en su cerebro y ahí abajo abrió la boca;
-“Nooo teeeescuuucho naaadaa, tíííía!”- Balbuceó lidiando entre vocalizar y escucharse él mismo y en aquel momento, el puente de varolio en su cerebro le recordaba la necesidad de una oportuna micción producida por la ingesta de cerveza.

-“Aahooora vueeelvo… meeestooy meaaandooo.”- Señalando a la vez con su dedo índice a la puerta donde a duras penas leía; “Komunak-Aseos”.
EL SISTEMA LÍMBICO,( Le Grand Lobulo Limbique):
Dentro, Xabi apoyado en la estrechez del WC, orinaba tratando de leer las pintadas que decoraban paredes y techo, mitificando las contemporáneas crónicas urbanas y mirándosela, se preguntaba a sí mismo si era grande o tal vez pequeña, nunca había entendido de tamaños pero sí de corazones y ahora apoyado en el lavabo, observaba con asombro su dúctil y elástica cara reflejada en el espejo del aseo, haciendo escuetas muecas con ésta y decidido en el momento que saliera por aquella puerta, en confesarse ante Jaione. Estaba feliz, muy feliz y con ganas de cantar y gritar de alegría. Era su Nirvana, el momento de la verdad, se sentía seguro y más preparado que nunca.
Tomó con cierta dificultad el camino de vuelta que le llevaría con la chica se sus sueños, pues las paredes parecían ensancharse a su paso y abriéndose sendero entre una multitud que saltaba y bailaba sin freno, se aseguró de pasar por donde, minutos antes, lo había hecho en aquella selva; la maquina del tabaco, la barra, el maromo de las Ray-Ban  y el de la camiseta de “KORROSKADA”. Tan pronto como el calor del local le invitó a tratar en vano de despojarse de su ropa, todo parecía girar a su alrededor y creyendo vislumbrar torpemente a Jaione, su vista se tornó líquida apenas podía ver, no entendía muy bien lo que le estaba pasando. Sin acertar con sus manos, se frotó los ojos pero aun así esa sensación no solo no desaparecería sino que iba a más, aquella maldita percepción lo estaba angustiando. Su cuerpo no se movía como él quería, todo pasaba en décimas de segundo, pero para él eran minutos.
Algo no iba bien;
-“OEEEE  OEEEE OEEEE OEEEEEEE!!!!”.- Mal gritaba en su pseudo felicidad, mientras corría sin sentido y topándose contra quienes bailaban logró llegar hasta ella. Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, Jaione estaba en el suelo del rincón, boca arriba, con los ojos abiertos y los brazos, con su cuerpo, formando 90 grados, la música no paraba de sonar, bailes y miradas extrañas hacia él. El mundo estaba demasiado ocupado como para ver que algo le estaba pasando a Jaione. Agachado a su costado, trataba de decirle que él también estaba mal, que no sabía que ostias estaba pasando.
-“JAIONEEEEEEEEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!”- Gritaba Xabi con todas sus fuerzas, pero ella jamás respondió.
Y las luces del local se encendieron y la música y el tiempo se detuvieron. Un silencio se hizo en aquél garito, un silencio violado por los gritos desesperados de Xabi, que abrazado a ella, era consciente de todo lo que estaba sucediendo, Jaione estaba fría, muy fría.
-“JAIONEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEEEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!”-
-“JAIONEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!”-
-“DIOOOOS MIIIIOOO NOOO MEEE DEJEEES DEEEESTA MANEEERA,ASÍÍÍÍÍ NOOOO JAIONEEEEEEEEEEEEEEEEEEE…!!!!”-

El bar está completamente vacío, no queda más que delante de la barra, el camarero y el Deejay de las rastas con sendas escobas observando la dramática escena;

-“JODER, ¿has visto al tipo aquel?”-

-“Sí, ya le he visto. Se ha pasado toda la puta noche paseando por la calle con esa muñeca hinchable  y hablando con ella detrás del altavoz. Vamos, terminemos de barrer esto y luego vemos de sacarlo fuera, que ya es de día. Te invito un chocolate con churros, además he quedado allí con Jaione a las 8:15h.”-

-“Eso está hecho, rastudo!”-
   

"... Mientras llega la muerte que tengáis buen rocanrol
que haya buena suerte y salud de campeón
mientras no te hayas muerto tendras que pelear
follar alegremente, reirte y vacilar."

jueves, 10 de mayo de 2012

Soñando Futuro.


“Te convido a creerme cuando digo futuro,
si no crees en mis ojos,
cree en la angustia de un grito,
cree en la tierra,
cree en la lluvia,
cree en la savia.”
(Silvio Rodríguez)

Perdimos la inocencia
volcando contenedores.
Danzamos en la oscuridad en las cinco del reloj.
Sorteamos horarios rotos que aventan sales de lágrimas
y como bolcheviques sublevados
negamos la nefasta precariedad de tu rendida ciudad.
Los ancianos con bufandas
celebraron por aquel entonces
el NO-invierno
el que nunca llega,
el que nunca está aquí,
al que siempre buscan
pero nunca encuentran…
En sus horas canónicas,
continúan los rebaños sentados en el parque
saboreando al fin y al cabo
el amargor de la moderación.
Derrotas de esas que pondrían en un aprieto
al más duro de los corazones.
Mientras tú y yo,
instruyéndonos en el arte de comer pipas,
atajamos en la mañana
por escaparates que rebosan piolets
soñando en rendir honores
a la memoria de Ernesto Guevara,
de Ulrike Meinhof,
de Thomas Sankara,
de José Manuel Sevillano
o de José Martí…

viernes, 4 de mayo de 2012

Si Me Llevas Al Huerto.


“Me encanta ser inmaduro porque
conservo intacto mi desprecio hacia cualquier forma de autoridad.
No creo en el diálogo ni en el consenso.
Sólo creo en los cócteles Molotov.”
(ITWU)

Corría el mes de Agosto de aquel cálido año 2015. Era un día extremadamente caluroso y, ya entrada la tarde, las homópteras chicharras del arroyo acompañaban un desproporcionado ratio decibélico, con enérgicos y estridentes cantos desatinados, a los 100.4º Fahrenheit que asediaban aquella sudada y agradecida huerta situada a las afueras de la sitiada ciudad de Iruña-Pamplona.
Juro por los mansos caracoles que en armonía conviven en el huerto aquel, que hubiera instituido más temprano que tarde el invento de Joseph Ignace Guillotin con tal de no volver a sentir jamás clavarse en mi cerebro los canticos de aquellos insectos.
Pero mi atención se debió centrar más abajo de las ramas choperas del arroyo, las mismas que habitan los coros de las chicharras que tanto aborrezco. A tan solo unos verticales metros de ellas y a unos metros lineales de las zarzamoras con las que, con su fruto, hago mermelada, habitan las diferentes plantas que conforman la huerta, creando con el sol de Agosto y viendo a sus hijos madurar, una de las dos bellas etapas de la fotosíntesis.

Los hermanos Tomate han encontrado por estos fértiles suelos a un nuevo vegetal. Acaba de caerse de una de las ramas de su planta, el pobre está algo confuso y no recuerda ni como se llama. Con la arrogancia que los caracteriza, deciden llamarle “Pimiento”, sí, “Pimiento” a secas, porque a ellos les da la gana  y porque dicen ser los reyes de la huerta creyéndose así con el divino derecho de hacerlo. En ese momento de gloria se sienten leones.

-Yo no soy un Pimiento, soy una Berenjena- alega el infortunado vegetal con el deplorable aspecto que presenta tras el infortunio, al tiempo que trata en vano de reconocerse a sí mismo.

-“¡Pimiento!”-, gritan al unísono las primeras Lechugas, verdes y crueles como la amenazante sombra del tricornio, que desde que vieron al pobre vegetal caer de su rama, no paran de mofarse en  su surco. Dos zanjas mas allá tenemos a las hermanas Fresas, tan viciosas como frescas, no se quedan cortas y se mofan de él a la vez que se relamen codiciando el dulce baño de nata o de azúcar, rebozado tal vez, en una noche de sexo loco que les aguarda en un futuro no muy lejano. -“¡Pimiento!, ¡Pimiento!” -  increpan con desvergüenza al confuso vegetal que yace bajo un sol abrasador, magullado y herido, bajo la mata que lo vio nacer. Las Fresas, forman parte de la generación de la decadencia. Son las “canis” de la huerta.

-“¡YO NO SOY UN PIMIENTO, SOY UNA BERENJENA!”- reprende éste a la vez que clava la enfurecida mirada que sale de sus llorosos ojos en todos y cada uno de los vegetales que, a su alrededor, groseramente se mofan; Tomates, Lechugas, Fresas, Rábanos, Cebollas…



-“¡SOY UNA BERENJENA!”- repite nuevamente ante la mirada de todos.
-“…¡UNA  BE-REN-JE-NA!”- insiste.

-“¡Pimiento!, ¡Pimiento!”-  le chillan las hermanas Cebollas a lo lejos, retorciéndose entre burlonas carcajadas y llorando de risa a más no poder.
 El abuelo Pepino que está a la fresca bajo la sombra de una de las hojas del viejo amigo Calabacín, observa junto a éste toda la escena, manteniéndose ambos al margen de semejante forma de ridiculizar al pobre y desdichado vegetal.

Transcurridas 30 horas de aquel lamentable panorama, todo ha cambiado;
Las Fresas, consiguieron su objetivo, ese día por la noche tuvieron azúcar y nata, follaron apasionadamente y fueron felices sucumbiendo ante unos labios que se endulzaron de su Ser.
Las Lechugas fueron descuartizadas cuando acudían a una fiesta de disfraces y a pesar de ello  consiguieron disfrazarse, ataviándose con aceitunas y poniéndose guapas con semillas de sésamo y anchoas.
Los Tomates, creyéndose los reyes de la huerta tuvieron también un trágico final al que acompañó también unos Pimientos verdes,  unos Pimientos rojos, unos Pepinos y Cebollas. Acabaron todos ellos dentro de una enorme cuba donde unas cuchillas subían y bajaban mutilándoles sin piedad. En la parte exterior de la enorme cuba rezaba un Epitafio: “GAZPACHO”.
 Ahora, voy a ceder el turno de palabra al desdichado vegetal para que pronuncie unas palabras. Él se encuentra bien, a la fresca y le han dado un baño y sacado brillo. Aquí sus palabras de despedida dirigidas a sus vecinos del huerto:

-“¿VEIS?...CAPULLOS! CÓMO SOY UNA BERENJENA.”-
                                                                                                   …ja, je, ji, jo, ju.