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domingo, 4 de enero de 2015

Estrellas colgantes. (A Bea, por su creatividad)



“No recibo cartas de los muertos,
 y sin embargo, cada día los quiero más.”
(Emily Elizabeth Dickinson. 1830-1886.)



Y cuando la noche le robó ciento treinta y tres parpadeos,
con aquel amable búho
se encontró su radiante corazón.
Noctámbulo de colores,
 espectador en su rama de estrellas colgantes,
 sedentarias que flotan de mágicos hilos.
Y en la inocente cara de la luna
aguardan juntos
salir de la realidad
o ser víctimas beneficiadas
de la bondad de tus pinceles.

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